
La Gran Mancha de Basura del Pacífico, descubierta en 1997 por Charles Moore, ha alcanzado una extensión de 1,6 millones de km², casi tres veces más grande que Francia. Está compuesta por fragmentos flotantes de plástico y no es la única, ya que se han descubierto otras concentraciones similares en el Atlántico Norte, Océano Índico, Pacífico Sur y Atlántico Sur. Estas islas son un archipiélago invisible que causa devastadoras consecuencias para el medio ambiente y la vida marina. Más del 99,9% de la masa de estas islas está formada por plásticos, y casi la mitad corresponde a redes de pesca abandonadas. Los científicos insisten en frenar la entrada de plásticos al océano para evitar que sigan creciendo.