
El CERN ha registrado mediciones en su gran acelerador de partículas que cuantifican la transmutación del plomo en oro, aunque este último solo existe por una fracción de segundos. El experimento ALICE ha medido ahora la transmutación del plomo en oro mediante un nuevo mecanismo que implica colisiones cercanas entre núcleos de plomo dentro del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Los núcleos de oro emergen de la colisión con una energía muy elevada y golpean el tubo del haz del LHC o los colimadores en varios puntos aguas abajo, donde se fragmentan inmediatamente en protones individuales, neutrones y otras partículas.