Un descubrimiento en una cueva de Malta, conocida como Latnija o Għar Tuta, ha revelado que los primeros habitantes de la isla fueron cazadores-recolectores que llegaron hace 8.500 años, mil años antes de lo que se pensaba. Estos cazadores-recolectores cruzaron más de 100 km de mar abierto en rudimentarias canoas sin velas, timones ni mapas. La cueva contenía restos de animales cocinados, herramientas de piedra y hogares de fuego. Los análisis de radiocarbono confirmaron la antigüedad de los restos. La dieta de estos primeros malteses consistía en ciervos enanos endémicos, mariscos, focas, tortugas, aves marinas y peces. El descubrimiento cambia la historia oficial de Malta y plantea preguntas sobre la navegación y el ecosistema en el Mediterráneo durante el Mesolítico.