
En España, solo el 33% de las instalaciones solares domésticas incluyen baterías, lo que significa que la mayoría de los hogares con paneles solares seguirían sufriendo cortes eléctricos durante un apagón. Los inversores solares conectados a la red deben detectar la pérdida de tensión y apagarse inmediatamente por normativa de seguridad, lo que se llama protección anti-isla. Sin embargo, con baterías y un inversor híbrido, es posible seguir operando en modo isla o back-up durante un apagón. El autoabastecimiento solar en España es posible, pero tiene límites importantes, como la producción solar intermitente y el costo de las baterías, que pueden variar entre 4.000 y 9.000 euros.