
La memoria de vídeo de una tarjeta gráfica no se puede ampliar porque está soldada, lo que reduce el tamaño y complica el diseño y el rendimiento. Los fabricantes como NVIDIA, Intel y AMD utilizan diferentes tipos de memoria, como GDDR7, GDDR6X, GDDR6 y GDDR5, cada una con prestaciones diferentes. Para mejorar el rendimiento, se pueden realizar ajustes como modificar la configuración gráfica, actualizar los controladores, hacer overclock y mejorar el flujo de aire.