
Rodney Brooks, exdirector del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT, predijo un 'invierno de la IA' en enero de 2024, pero 14 meses después, la realidad muestra lo contrario. La IA ha seguido evolucionando, impulsada por la demanda empresarial y factores como modelos de razonamiento, agentes de IA y asistentes de programación. La caída de los costes ha democratizado su uso. Empresas como DeepSeek han desarrollado modelos de código abierto con rendimiento competitivo y menores requerimientos de hardware y energía. El error de predicción se basó en ciclos históricos, pero la infraestructura y los incentivos económicos estaban alineados para evitar el estancamiento.