La rápida evolución tecnológica ha generado fobias específicas asociadas al uso, abuso o miedo a dispositivos y plataformas digitales. Se han identificado 23 fobias tecnológicas documentadas, con una prevalencia del 77% de nomofobia en usuarios españoles. La tecnofobia se manifiesta en un espectro que abarca desde la incomodidad circunstancial hasta la ansiedad patológica. Los estudios revelan que el 21.3% de los adolescentes españoles muestran patrones adictivos a internet, superando la media europea. La ciberfobia y la telefonofobia son ejemplos paradigmáticos de esta categorización. La terapia cognitivo-conductual logra reducciones del 68% en síntomas fóbicos mediante reestructuración de creencias disfuncionales sobre tecnología, exposición gradual controlada y entrenamiento en higiene digital.