
El 60% de la energía en España se esfumó en cuestión de cinco segundos, causando un apagón generalizado. El sistema de alerta ES-Alert, lanzado el 22 de febrero de 2023, no funcionó como se esperaba. El sistema depende de la infraestructura de telecomunicaciones y requiere cobertura móvil para funcionar. Aunque las redes móviles se mantuvieron activas durante un tiempo gracias a generadores de emergencia, un gran porcentaje de la población no recibió el aviso de emergencia. La radio fue el medio de comunicación más efectivo durante el apagón.