
Durante el apagón en España, operadores como Vodafone mantuvieron activa el 70% de su red móvil gracias a generadores de reserva y baterías de respaldo. La autonomía de estos sistemas es limitada, entre 2 y 48 horas, dependiendo del estado de las baterías y la capacidad de los generadores. La caída de las telecomunicaciones fue desigual debido a la diferencia en los sistemas de alimentación de respaldo y la infraestructura de cada operador. Los operadores móviles virtuales, como Digi y Finetwork, dependen de las redes de los grandes operadores y pueden quedarse sin cobertura más rápidamente.