
El 28 de abril de 2024, un apagón afectó a España, dejando a la población sin electricidad y sin acceso a la información. La gente se reunió en torno a radios y transistores para obtener noticias, y los comercios de proximidad se convirtieron en centros de abastecimiento de productos esenciales como pilas, linternas y hornillos de gas. La Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos informó que las ventas de estos productos equivalieron a las de un mes en solo un día. La situación se normalizó paulatinamente, y la red eléctrica se recuperó. Los vecinos se conectaron entre sí de manera inusual, y se produjeron escenas de solidaridad y comunidad.