Cada sesión de ChatGPT puede gastar más agua que preparar un café con leche, debido a la refrigeración de los servidores que requieren enormes cantidades de agua para enfriar los equipos. Un estudio de la Universidad de California en Riverside mostró que el entrenamiento de un solo modelo de IA puede consumir varios millones de litros de agua, superando lo que gasta una pequeña comunidad en un año. Las empresas tecnológicas como Google, Meta y Microsoft no alcanzan sus objetivos de sostenibilidad, y el crecimiento exponencial del uso de chatbots y asistentes inteligentes hace que cada vez sea más difícil 'optar por no usar IA'.