
Un hombre de 58 años, residente en Zaragoza, recibió una tarjeta bancaria ajena y la utilizó para extraer casi 6.000 euros en efectivo entre el 8 y el 13 de mayo. El hermano del titular detectó los movimientos y presentó la denuncia. La Policía Nacional lo detuvo en las inmediaciones de su vivienda y fue puesto a disposición judicial. El sospechoso ya contaba con antecedentes por hechos similares y ahora ha quedado en libertad con cargos. La legislación actual contempla este tipo de situaciones como delito, con un castigo de entre seis meses y tres años de prisión.