
Rosalía Gómez, nacida en 1801 en Abona, Tenerife, y sus hijos Antonio, Viviana y Simón, son considerados los últimos esclavizados de la isla y presumiblemente de Canarias y España. La esclavitud en Canarias se mantuvo durante tres siglos hasta el siglo XIX. Rosalía descendía de mujeres esclavizadas desde el siglo XVII y su madre, Úrsula González, fue esclavizada desde los 5 años. La familia de Rosalía fue sometida a trabajo extremo y sin libertad en hogares de terratenientes y en ingenios azucareros. La libertad de Rosalía y sus hijos llegó en 1840 o 1841, después de la aprobación de la ley abolicionista.