
El papa Francisco ha fallecido a los 88 años debido a un accidente cerebrovascular que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible. El pontífice había sido dado de alta del hospital hacía dos días después de ser tratado por una neumonía. El Vaticano ha anunciado que el funeral se celebrará entre el cuarto y el sexto día después de su muerte, y que será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor. El cónclave para elegir a su sucesor se celebrará entre el 6 y el 11 de mayo. Durante su pontificado, Francisco se caracterizó por su humildad y sencillez, y se esforzó por reformar la Iglesia y acercarla a los pobres y marginados.