
Jorge Mario Bergoglio, nacido el 17 de diciembre de 1936, se convirtió en el Papa Francisco el 13 de marzo de 2013. Con una carrera eclesiástica destacada, abogó por una Iglesia más simple y al servicio de los necesitados. Durante sus casi 12 años de pontificado, promovió la reforma de la Curia Romana, luchó contra la corrupción y la falta de transparencia, e impulsó una visión más inclusiva. Enfrentó resistencias, pero se mantuvo firme en su compromiso con la justicia social y la defensa de los más vulnerables. Falleció a los 88 años, dejando un legado de reformas y un llamado a la Iglesia a ser más cercana a los fieles.