
El 28 de abril de 2025, un apagón eléctrico causó más de 10 horas de caos en la ciudad, afectando a centros sanitarios, colegios, comercios y carreteras. Los hospitales tuvieron que posponer cirugías no urgentes debido a la limitada autonomía de los generadores eléctricos, mientras que los centros veterinarios también se vieron afectados. Los colegios experimentaron situaciones de caos y desconcierto, y los comercios tuvieron que cerrar o limitar sus operaciones. La Dirección General de Tráfico emitió un comunicado para solicitar a la población que evitara circular, y la Justicia también se vio paralizada. El apagón causó pérdidas económicas, como la posible pérdida de 25.000 a 45.000 euros en una clínica veterinaria si el generador hubiera dejado de funcionar.