
Michael Boschetto, un joven italiano de 32 años, fue asesinado en Villafranca Padovana con cuatro puñaladas en su domicilio en abril de 2024. Su padre encontró un vídeo en su teléfono móvil que muestra al principal sospechoso, Giacomo Friso, con una expresión engreída e indiferente después de cometer el crimen. Friso, conocido por sus problemas de adicción a las drogas, alega defensa propia, pero se sabe que volvió a su casa para coger un cuchillo y regresar al domicilio de Boschetto. La nueva prueba será incorporada a la investigación.