
El Gobierno mantiene que hay una clara voluntad de hacer daño en el robo de cable ferroviario que causó el parón ferroviario de este domingo, aunque no descarta ninguna hipótesis. El ministro de Transportes, Óscar Puente, había denunciado un grave sabotaje, pero ahora se habla de un robo que podría haber sido cometido por personas que sabían muy bien el perjuicio que iban a causar a los ciudadanos. El cable robado tiene un valor de mil euros como máximo, pero su sustracción dejó a ciegas la vía y provocó horas de retrasos. La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha asegurado que se están investigando todas las hipótesis, incluyendo la delincuencia común. El parón ferroviario afectó a 10.000 viajeros.