
En octubre de 2024, en Cádiz, se produjo un error en la identificación de dos cadáveres, un hombre de Málaga y una mujer de Barbate, debido a un incumplimiento en el protocolo de identidad de entrega de cuerpos en el Instituto de Medicina Legal de Cádiz. El técnico en anatomía patológica y el operario de la funeraria no confirmaron la identidad de los cuerpos, lo que llevó a la incineración del hombre en lugar de su entierro, contraviniendo los deseos de su familia. El error se detectó un día después, cuando se iba a entregar el cuerpo del hombre a la funeraria para su traslado a Málaga.