
El cierre de varios bazares regentados por ciudadanos chinos en Mallorca ha generado especulaciones sobre una supuesta retirada masiva de esta comunidad. Sin embargo, fuentes del colectivo chino y empresarios como Minwei Jiang, propietario de la inmobiliaria Huading, señalan que la realidad es más compleja. Los factores que han llevado al cierre de algunos establecimientos incluyen la competencia de las compras online, el aumento de los costes de alquiler y suministros, y cambios en los hábitos de consumo. La comunidad china en Mallorca, que se remonta a finales del siglo XX, mantiene una presencia activa y creciente, con muchos empresarios adaptándose a los nuevos tiempos y explorando nuevas fórmulas para seguir presentes en el mercado. El precio de alquiler de locales en zonas céntricas de Palma ha subido hasta un 30% en algunos casos.