
La aspirina podría tener un efecto directo en la prevención de la metástasis del cáncer. Estudios recientes realizados en instituciones como el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, el Instituto Francis Crick de Londres y el Instituto Oncológico Vall d’Hebron de Barcelona, publicados en revistas científicas como Cancer Cell y European Journal of Cancer, concluyeron que el ácido acetilsalicílico presente en la aspirina puede interferir con los procesos biológicos que permiten a las células cancerosas diseminarse por el organismo. La aspirina inhibe la activación de las plaquetas, reduce la formación de nichos metastásicos y tiene un efecto antiinflamatorio. Un estudio del Instituto Vall d’Hebron con 1.200 pacientes durante cinco años encontró que aquellos que tomaban dosis bajas de aspirina tenían un 30% menos de recurrencias metastásicas.