
El 14 de febrero de 2025, un dron ruso Shahed causó daños en la estructura de confinamiento de la central nuclear de Chernóbil, perforando el techo exterior del Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), una estructura de 1,5 mil millones de euros. El ataque compromete la integridad del recinto y plantea desafíos técnicos, financieros y diplomáticos. La reparación completa podría requerir cientos de millones de dólares y varios años de trabajo. El fondo internacional de emergencia del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) es insuficiente, con solo 25 millones de euros.