
La Comunidad Valenciana aprobó un decreto ley en agosto de 2024 para regular los pisos turísticos, pero los caseros han encontrado un resquicio para alquilar pisos a turistas sin cumplir con las normas más estrictas. La clave está en la duración de las estancias, que si duran más de 10 días, se consideran alquileres de temporada y no pisos turísticos. Como resultado, muchos pisos se anuncian con una estancia mínima de 11 días, lo que les permite esquivar las regulaciones. Según la Federación de Asociaciones Vecinales de València, la norma debe cambiarse porque no ayuda a contener la amenaza de los pisos turísticos. El Gobierno regional se muestra abierto a realizar ajustes en la norma y ha advertido que los responsables de fraude se exponen a sanciones de hasta 100.000 euros. En febrero, se dieron de baja a 886 viviendas del Registro de Turismo por carecer de NIF/NIE, y se espera que esto afecte a 34.000 viviendas.