
Donald Trump recibió al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en la Casa Blanca y le mostró un video sobre ataques a granjeros blancos en Sudáfrica. Trump acusó al gobierno sudafricano de permitir expropiaciones y asesinatos sin consecuencias. Ramaphosa negó las acusaciones y defendió la política de redistribución de tierras como una medida de corrección histórica. La embajada sudafricana en Washington solicitó explicaciones al Departamento de Estado por el incidente.