
Pedro Sánchez ordenó a Fernando Grande-Marlaska gestionar una zona Schengen para que Delcy Rodríguez, mano derecha de Nicolás Maduro, no fuera detenida al llegar a España. La visita incluía reuniones con todo el Gobierno, incluido Sánchez. Víctor de Aldama había preparado el viaje con Delcy y recibió garantías de José Luis Ábalos de que todo estaba en marcha. La visita contó con comunicación a todos los ministerios implicados y se alquiló una villa de lujo en Madrid para que Delcy pudiera abordar todas sus reuniones.