
En 2021, una comisión formada por el Gobierno y las comunidades autónomas incluyó al lobo entre las especies a proteger para evitar su extinción. Sin embargo, en solo cuatro años, la derecha ha convertido al lobo en símbolo político y ha conseguido tumbar su protección al norte del río Duero, donde desde hace unas semanas puede volver a cazarse. Raúl Rejón y Laro García hablan sobre el alcance de esta reforma y cómo la amenaza del lobo se ha añadido a los argumentos de los partidos de la derecha en su estrategia de captación de votos del empresario rural y ganadero como víctimas de las políticas ambientales.