
Pedro Sánchez lleva 40 días sin conceder ruedas de prensa ni declaraciones a los medios de comunicación, coincidiendo con una serie de escándalos que afectan a su Gobierno y al PSOE, como el procesamiento del fiscal general del Estado y la implicación de su hermano en casos de corrupción. Ha evitado actos públicos y solo ha asistido a eventos estrictamente organizados, como una cumbre internacional sobre los océanos, donde habló de fauna marina en lugar de abordar los temas de corrupción. Su silencio ha generado críticas y frustración entre la población, que espera explicaciones sobre los escándalos que rodean al Gobierno.