
Donald Trump construyó una base política poderosa entre jóvenes conservadores, pero ese vínculo se está debilitando. La fidelidad generacional que parecía inquebrantable comienza a desmoronarse, y cada vez más jóvenes conservadores se alejan del mandatario. Las encuestas recientes y reportes en medios estadounidenses indican que muchos de esos antiguos simpatizantes ahora expresan decepción. Algunos critican la falta de resultados tangibles tras años de retórica incendiaria; otros señalan que el presidente ha perdido conexión con los valores y aspiraciones de los jóvenes conservadores actuales, que priorizan causas como la libertad digital, el medioambiente o la economía descentralizada. Figuras emergentes dentro del Partido Republicano están captando la atención de estos votantes jóvenes.