
La Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) ha clasificado al partido ultra Alternativa por Alemania (AfD) como 'organización extremista', lo que permite a los servicios de seguridad monitorizar al partido y interceptar sus comunicaciones. El informe de 1.100 páginas describe a AfD como una 'organización racista y antimusulmana' que desprecia a sectores de la población y vulnera su dignidad humana. La ministra de Interior, Nancy Faeser, asegura que no ha habido influencia política en el informe. El nuevo Gobierno conservador de Friedrich Merz deberá decidir si prohíbe el partido ultra AfD, lo que conlleva complejos equilibrismos políticos. AfD ha subido en las encuestas y ha llegado a lo más alto de los sondeos por primera vez en su historia, con más de 10 millones de personas que los votaron en las elecciones de febrero.