
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha levantado el toque de queda en el centro de la ciudad a partir del 17 de junio, después de una semana en vigor. El toque de queda se instauró tras un fin de semana de grandes protestas por las redadas masivas de los agentes anti migración y el despliegue unilateral de la Guardia Nacional y los marines por parte de Donald Trump. La alcaldesa Bass afirmó que el toque de queda ha tenido un gran éxito en proteger las tiendas, los restaurantes, las empresas y las comunidades residenciales de los delincuentes. El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, también destacó la eficacia del toque de queda en mantener la seguridad pública en el centro de la ciudad. Cientos de agentes de los departamentos de policía y de los sheriffs de toda la región y del estado de California colaboraron con el departamento de policía de Los Ángeles durante el toque de queda. El sábado pasado, se celebraron más de 15 protestas en toda la ciudad de Los Ángeles, y más de 30 000 personas se manifestaron pacíficamente en el centro de la ciudad para pedir el fin de las redadas masivas y protestar contra las políticas antidemocráticas de Washington.