
En España, el sistema de estado de las autonomías no ha resultado operativo, lo que ha llevado a dificultades en la resolución de problemas funcionales. La Constitución de 1978 estableció un Senado que no es una verdadera cámara de representación territorial, lo que ha generado una falta de coordinación entre las comunidades autonómicas y el gobierno central. La Conferencia de Presidentes, creada en 2004, ha sido ineficaz en la resolución de problemas, como se demostró en la reunión de Barcelona, donde se discutió la vivienda, un tema importante para la sociedad española. La conferencia resultó inútil y solo se produjo la petición de elecciones anticipadas por parte de las comunidades gobernadas por el PP. La situación política en España es tensa, con partidos políticos que no se relacionan con cortesía y lealtad, lo que preocupa a la ciudadanía.