
El Gobierno español busca oficializar el catalán, vasco y gallego en la Unión Europea (UE) con un estatus de lenguas cooficiales parciales, lo que implicaría traducir solo los reglamentos del Consejo y del Parlamento Europeo, menos del 3% de los documentos oficiales. La reforma incluiría una derogación inmediata que eximiría a las instituciones de la UE de redactar y publicar todos sus actos legislativos en estos idiomas. El coste aproximado sería de 132 millones de euros anuales, según una estimación de la Comisión Europea. El proyecto será votado el próximo martes en Bruselas y solo será aprobado si recibe el apoyo unánime de los miembros.