
En 1939, Churchill describió a Rusia como un enigma. Hoy, Trump es imprevisible, especialmente en cuanto a Ucrania. No se sabe si tiene un plan o qué pedirá Putin. La Unión Europea también es enigmática, con propuestas como la de Keir Starmer para reunir una fuerza europea para vigilar el alto el fuego en Ucrania, que fue rechazada por el canciller alemán. Emmanuel Macron apoyó la idea, pero los rusos advirtieron que no tolerarían tropas de la OTAN en Ucrania. La ayuda estadounidense a Ucrania está a punto de agotarse y no es probable que Trump autorice otro paquete. Los europeos no están haciendo lo suficiente para ayudar a Ucrania, ni siquiera entregando las armas que tienen o fabricando más.