
La detención de un diplomático argelino en París ha provocado una crisis diplomática entre Francia y Argelia, con la expulsión de decenas de funcionarios y la llamada a consultas del embajador francés. La crisis se produce después de un año convulso entre ambos países, que habían iniciado un proceso de reconciliación tras la conversación telefónica entre los presidentes de ambos países el 31 de marzo. Argelia exigió la liberación inmediata del diplomático detenido y rechazó los motivos invocados por el Fiscal antiterrorista francés. La crisis ha llevado a la expulsión de 12 funcionarios franceses y la llamada a consultas del embajador francés en Argel.