
La victoria de Friedrich Merz en las elecciones federales en Alemania ha resucitado el debate sobre el envío de misiles balísticos Taurus a Ucrania, con un alcance de 500 kilómetros, superior a los británicos Storm Shadow y los franceses Scalp. El canciller Olaf Scholz se opuso al envío, argumentando que podría ser visto como una declaración de guerra por parte de Rusia. Merz ha mantenido su postura a favor del envío, señalando que podría permitir a Ucrania destruir el puente de Kerch, la principal comunicación entre Rusia y Crimea. Rusia ha respondido con amenazas, alertando de que si Ucrania utiliza los misiles contra sus infraestructuras, Berlín se convertirá en parte del conflicto con 'todas las consecuencias que de ello se desprenden'