
La Policía Federal de Brasil acusó al expresidente Jair Bolsonaro y a otros miembros de su Gobierno de utilizar la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) para espiar ilegalmente a personas públicas. La investigación, conocida como 'Abin paralela', concluyó que policías y funcionarios públicos formaron una organización criminal para monitorear periodistas, miembros del sistema judicial y políticos opositores, invadiendo sus móviles y ordenadores. El expresidente Bolsonaro se beneficiaba del esquema, según G1. Entre los más de 30 acusados se encuentra el actual director de la Abin, Luiz Fernando Corrêa, y uno de los hijos del exmandatario, Carlos Bolsonaro. La Fiscalía acusa a Bolsonaro y a su círculo más próximo de conspirar para decretar medidas excepcionales y anular el resultado de las elecciones de 2022. Bolsonaro y el resto de acusados se enfrentan a una posible pena que puede oscilar entre doce y cuarenta años de prisión. La investigación se remitió a la Corte Suprema, que deberá evaluar si presenta una denuncia o si requiere nuevas diligencias.