
El mercado del automóvil en Europa está cambiando con la irrupción de marcas chinas como MG, Omoda y BYD, que ofrecen coches a precios competitivos. Un técnico de la ITV opina que los fabricantes europeos se verán obligados a reducir costos y sacrificar calidad para competir, lo que llevará a un dilema para los consumidores: elegir un coche de calidad baja o uno de origen chino. La clave está en la durabilidad y fiabilidad de los motores de los vehículos chinos, y si logran mantener una calidad equiparable a la de los fabricantes tradicionales, podrían dominar el mercado en un 80 %