
La Unión Europea aplicó aranceles a los coches eléctricos chinos en octubre del año pasado, con tarifas que dependen de la empresa que exporta el vehículo, como el 35,3% para SAIC, el 18,8% para Geely y el 7,8% para Tesla. Sin embargo, China tiene un plan B para seguir inundando la Unión Europea de coches: el motor de combustión. Los híbridos enchufables, como el Jaecoo 7, son una estrategia alternativa del país, al no estar gravados con los mismos aranceles. Marcas como BYD y MG tienen híbridos de entrada a precios significativamente menores que los de la competencia. La empresa CATL presentó una batería con una autonomía de 400 kilómetros y carga rápida para un híbrido. China también puede adaptarse con modelos de combustión pura y dura, como el MG ZS de combustión, que fue uno de los coches de gasolina más vendidos en España durante el año pasado.