
China, responsable de casi el 70% de la producción mundial y más del 90% del refinado de tierras raras, ha impuesto restricciones a la exportación de 17 metales y tierras raras, incluyendo imanes de tierras raras, en respuesta a los aranceles del 145% impuestos por Trump a productos chinos. Esto afecta a la industria del automóvil, ya que un coche eléctrico contiene 1 kg de imán compuesto en un 30% de tierras raras. La medida también impacta a la industria de turbinas eólicas, que no tiene alternativa real. China ha establecido un sistema para expedir licencias especiales para la exportación de tierras raras, lo que ha causado consternación entre los ejecutivos del sector.