
Miles de personas protestaron en las Islas Canarias contra la turistificación y la especulación inmobiliaria, lo que ha generado un hartazgo entre los turistas ingleses. Según la Delegación del Gobierno, 23.000 personas participaron en la manifestación, mientras que los organizadores estiman que fueron 90.000. Turistas como Dave Dott, Paul Nixon, Steven y Michelle Ross, y Olwyn y Dave Hughes expresaron su descontento y consideran irse a las Islas Griegas si las protestas continúan. Los turistas destacan que la isla se derrumbaría sin el turismo y que muchos puestos de trabajo se verían afectados.