El Gobierno ha decidido no obligar a los perceptores de la prestación por desempleo a presentar la declaración de la renta este año. Los parados beneficiarios de la prestación por desempleo tendrán que presentar la declaración de la renta a partir del 2026, con independencia de que cumplan o no el importe mínimo para hacerla. Los parados que perciban la prestación, como cualquier asalariado, no estarán obligados este año a presentar la declaración si no tienen ingresos superiores a los 22.000 euros anuales, a no ser que tengan más de un pagador. En este caso el mínimo exento baja hasta los 15.876 euros.