
Vodafone ha dado un paso decisivo que ha dejado en una posición delicada a su gran competidor, Movistar. El fondo británico Zegona, que controla Vodafone en España, ha truncado los planes de Telefónica de fusionarse con la operadora británica en territorio nacional. Esta decisión supone un duro revés para Movistar, que buscaba reforzarse en el mercado sumando una empresa del peso y la trayectoria de Vodafone. Zegona completó la compra de Vodafone España por 5.000 millones de euros, incluyendo un pago inicial de 4.100 millones en efectivo y 900 millones en acciones preferentes. La compañía ha vivido una notable transformación bajo la dirección de José Miguel García, captando 135.000 nuevos clientes netos en servicios de banda ancha y telefonía móvil entre junio y septiembre de 2024. Vodafone ha ido recuperándose durante el último año, con resultados sólidos en el plano financiero, refinanciando 1.290 millones de euros de deuda heredada y reduciendo los intereses del 4,25% al 3%. Zegona ha expresado claramente que no tiene intención de desprenderse de Vodafone y que todavía tiene mucho que decir en el sector, centrándose en mejorar el uso de su red fija y crecer en el mercado mayorista.