
El Ibex alcanzó máximos históricos reales a pesar del gran colapso energético que afectó a la economía real, con un impacto estimado en un par de décimas de PIB. El apagón más grande de la historia en la India en 2012 y otro en Estados Unidos y Canadá en 2003 no provocaron un crash bursátil. La desconexión entre la economía real y los mercados financieros es cada vez mayor. El Ibex 35, con cotizadas de mayor peso que viven del negocio exterior, no refleja la situación económica del país. El Gobierno sigue encontrando dinero para tapar sus vergüenzas, especialmente de inversores foráneos, a pesar de la crisis política y social.