
La industria de la música en vivo parece ser resistente a las crisis económicas, con Live Nation esperando beneficios récord en 2025. Según un informe de Goldman Sachs, durante las tres recesiones anteriores a la pandemia en Estados Unidos, el gasto en conciertos se mantuvo estable. La revista The Economist sugiere que la compra de entradas con anticipación y la reventa de entradas son factores clave en esta resistencia. En 2019, el aumento promedio de los precios de las entradas en el mercado secundario en Estados Unidos fue del 70%, lo que generó una ganancia de 1.300 millones de dólares para los revendedores.