
Estados Unidos importa el 99% del concentrado de uranio para fabricar combustible para sus 54 centrales nucleares, que generan una quinta parte de la electricidad del país. La producción nacional de uranio se multiplicó por trece el año pasado, pero no es suficiente para cubrir la demanda. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) y la empresa Uranium Producers of America están trabajando para reactivar la cadena de suministro nuclear interna. El uranio proviene principalmente de Canadá, Kazajistán, Australia, Rusia y Uzbekistán.