
La relación entre EEUU y China se ha tensado desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que ha aumentado la probabilidad de una invasión china a Taiwán. Los inversores extranjeros en Taiwán no tienen un plan B en caso de una agresión, y han retirado casi 11.000 millones de dólares del parque de acciones de Taiwán este año. La empresa taiwanesa TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo, es clave en esta coyuntura, y se espera que EEUU la defienda en caso de una invasión. El director de inversiones de Balfour Capital Group, Steve Lawrence, ha declarado que la decisión de inversión se vuelve binaria en caso de una agresión: o se mantiene expuesto o se sale rápidamente para preservar el capital.