
El proyecto de tren de alta velocidad en California, que conectará San Francisco y Los Ángeles, ha sufrido retrasos y sobrecostes. El coste total estimado supera los 106.000 millones de dólares, más del triple de lo presupuestado inicialmente. La falta de financiación estable y la adquisición de terrenos privados han sido obstáculos. A pesar de los avances, como la selección de proveedores para la fabricación de trenes eléctricos, el proyecto sigue en incertidumbre. La fecha de apertura se ha retrasado y el trazado se ha reducido. El Departamento de Transporte ha anunciado una auditoría completa del proyecto.