
El color rojo en los cardenales simboliza la sangre derramada por Cristo y la fidelidad, obediencia y entrega al Papa. La tonalidad exacta es el rojo escarlata, que se utiliza en la sotana, el halo y el sombrero cuadrado rígido. El Papa coloca el solideo sobre la cabeza del cardenal y pronuncia una frase que significa que el cardenal está preparado para actuar con fortaleza y derramar su sangre por la fe cristiana. El color rojo se utiliza en celebraciones como el Domingo de Pasión, el Viernes Santo y el Domingo de Pentecostés.