
El papa Francisco utilizó un papamóvil eléctrico, diseñado por Mercedes-Benz, con un motor de 400 kW y una autonomía de más de 400 km. Este vehículo fue un símbolo de su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. El papamóvil eléctrico fue entregado en diciembre de 2024 y se convirtió en un testimonio visible de la espiritualidad del papa Francisco. La historia del papamóvil se remonta a la silla gestatoria, pero con la llegada del siglo XX, se adoptaron vehículos modernos, como el Fiat Campagnola y el Mercedes-Benz Clase G. El papa Francisco también utilizó un SEAT Panda en 1982 y un Jeep Wrangler en 2015, sin blindaje, para mostrar su cercanía con el pueblo.