
El sofrito es una base típica en la gastronomía española, definida por la Real Academia de la Lengua Española como un preparado de ingredientes sofritos. La primera referencia escrita al sofrito data de 1324 en el 'Llibre de Sent Soví'. Para preparar un buen sofrito, es importante el tipo de cebolla y ajo, el corte y el orden en que se echan los ingredientes. Comenzar por la cebolla es lo más habitual, ya que el ajo se tuesta demasiado pronto y arruina el sabor. Una receta básica de sofrito incluye 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 50 ml de aceite de oliva virgen extra y 1 tomate grande. El sofrito se puede conservar en el frigorífico hasta 3 días y congelar hasta 8 meses.